Juan ‪21,1-14‬‬ | Comentario:

Los discípulos están tristes, podemos imaginarlo. Y siguen su vida rutinaria, se van a pescar. Lo que es notorio y aparentemente pasa desapercibido es que se encuentran juntos. Ya el Señor no está con ellos. Ellos no necesitan, por lo tanto, seguir juntos. Pero los lazos que se han creado entre ellos son tan fuertes que se mantienen juntos. El Señor sigue presente en medio de ellos. Y es en medio de esta ausente presencia, que Jesús se manifiesta. Y encima Jesús les pregunta si tienen algo para comer, les da instrucciones de dónde tirar la red, y cuando bajan de la barca los espera con fuego preparado, un pescado sobre las brasas, y pan.

Cómo hacemos para reconocer la presencia del Resucitado en medio de nosotros? Jesús a veces también bromea con nosotros como lo hace con sus discípulos. Hay cosas que nos parecen tontas o demasiado sencillas, y sin embargo Dios se nos manifiesta en lo pequeño, en lo sencillo. Jesús se pone a cocinar para sus amigos. Jesús les sirve. Lo mismo hace con nosotros y lo mismo espera que nosotros hagamos con otros.

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