Mateo 21,33-43.45-46 | Comentario:
Jesús les cuenta la parábola de los viñadores asesinos a sus discípulos y de alguna manera les va adelantando lo que le sucederá a él mismo, que será asesinado también por aquellos que no reconocen la presencia del Padre en Jesús. Las parábolas son historias que siempre quedan abiertas para que quienes las escuchan puedan concluirlas y puedan hacerlas parte de sus propias historias.
La historia de los viñadores que golpean y matan a los servidores, y luego al hijo del propietario de la viña, concluye con una afirmación muy dura de la parte de Jesús; “el Reino de Dios les será quitado para ser entregado a otro pueblo”. Esa amenaza está siempre presente en nuestras vidas. Si no damos frutos el Reino no crecerá en medio de nosotros. Si no acogemos la palabra de Dios no dejaremos que el Reino se construya. Si queremos ser partícipes del Reino, debemos acoger al Dios que se nos manifiesta en Jesús.
