Marcos 9,14-29 | Comentario:

Esta vez no es la curación de un paralítico o de un leproso lo que produce la admiración de quienes siguen a Jesús. Esta vez se trata de un niño poseído por un demonio, un niño que no ha podido ser curado por los discípulos de Jesús, lo que causa además la reacción de un Jesús molesto. ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos?, dice Jesús fastidiado por la lentitud de sus discípulos para entender su misión.

Pero al parecer las cosas no son difíciles solo para los discípulos. El padre del niño también confiesa que él no tiene suficiente fe. “Todo es posible para el que cree” dice Jesús, frente a lo que el padre del niño pide tener más fe. Todos nosotros a veces vivimos la misma experiencia, de no tener suficiente fe, pero Jesús siempre está cerca dispuesto a curarnos y a brindarnos el regalo de la fe.

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