Juan 6,52-59 | Comentario:
Jesús enseñaba en la sinagoga de Cafarnaún. El Evangelio de hoy nos muestra cómo Jesús no está enemistado con su tradición religiosa. Cuando nos acerquemos a los textos bíblicos siempre tenemos que entenderlos en su contexto. Jesús se dirige a sus compatriotas, en el lugar de la enseñanza de la palabra y del culto. Jesús hay que entenderlo enraizado en su tradición religiosa y al mismo tiempo abriendo nuevos caminos.
Jesús utiliza un lenguaje que resulta confuso para quienes lo escuchan. Cómo es posible comer su carne? Se preguntan los judíos. A nosotros esta pregunta ya no nos sorprende. Nosotros estamos acostumbrados a hablar del Cuerpo y la Sangre de Jesús en la Eucaristía. Pero este lenguaje era nuevo y complicado de entender en la época de Jesús y para muchos hoy también puede serlo. Lo fundamental es entender que Jesús nos da vida, nos da vida con su propia vida. Por eso su cuerpo es el que nos devuelve la vida. Por eso acudimos a la Eucaristía, para recibir su cuerpo como alimento fundamental para nuestra vida.