Marcos 8,11-13 | Comentario:
Los fariseos aparecen en los Evangelios siempre atentos a todo lo que hace y dice Jesús para tratar de complicarle la vida. Y sabemos también que son, junto con los Saduceos y los Escribas, los responsables de la muerte de Jesús. Sin embargo no debemos olvidar que los Fariseos eran los hombres de bien, eran los hombres religiosos de su época, eran los hombres que conocían la ley y que la cumplían sin pestañear.
Pues son estos hombres, los conocedores de lo de Dios, los que no creen en Jesús, quienes piden señales y pruebas. Están cegados por las normas y por la comprensión que tienen de la ley, que no los deja ser libres para reconocer al Dios que se manifiesta en Jesús. Preguntémonos cuántas veces nosotros actuamos como los Fariseos y no somos capaces de reconocer que Dios se nos manifiesta sin necesidad de pedir señales ni signos extraordinarios.