Marcos 3,20-21 | Comentario:
“Es un exaltado”. Algunas traducciones dicen: “Está fuera de sus cabales” o “Ha perdido la razón”. Estas palabras describen lo que los parientes de Jesús pensaban de él. Así como vemos que había mucha gente que seguía a Jesús, que querían ser curados por él o simplemente escucharlo hablar, también había gente que lo veía con malos ojos, y no solo los fariseos, sino su propia familia.
Jesús vive el rechazo de sus propios parientes, de aquellos que lo conocen de toda la vida, ellos no ven bien lo que Jesús hace, no ven bien que Jesús haya dejado su hogar, que esté acompañado de pecadores, de publicanos y prostitutas, que no cumpla las leyes al pie de la letra. Pero ello no detiene a Jesús porque lo que mueve a Jesús es la voluntad del Padre, la voluntad de un Dios que se quiere dar a conocer de una manera novedosa en Jesús.
