Juan 6, 22-29 | Comentario:
Las primeras líneas del Evangelio de hoy nos muestran cómo la multitud busca a Jesús. A primera vista parece que la gente se inquieta porque Jesús no está con ellos y hacen todo lo posible por encontrarlo. Uno puede pensar que la gente está tocada por la experiencia que han tenido de Jesús y eso ha producido en ellos algo especial. Han reconocido a Dios en Jesús. Por lo menos eso parece. Pero Jesús les dice claramente que ellos lo buscan no porque hayan creído en sus signos, sino porque Jesús les dio de comer hasta saciarse.
Esto tendría que hacernos reflexionar en nuestra manera de relacionarnos con Dios. Acaso nosotros no buscamos a Jesús porque esperamos que haga algo por nosotros? Cuántas veces acudimos a Jesús solo porque necesitamos de él? Jesús nos llama la atención. Seguir a Jesús es creer en él en quien lo ha enviado. Seguir a Jesús es creer y amar. No se trata de buscar a Dios solo por conveniencia, sino por un amor libre, que no espera nada y que lo espera todo en el amor.