Juan 15, 1-8 | Comentario:
“Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes.” Jesús nos quiere cerca de él porque él está cerca de nosotros. Para poder dar fruto tenemos que permanecer en él como el sarmiento da fruto cuando permanece en la vid. Para que nosotros podamos encontrar la plenitud de lo que significa ser hombres y mujeres, tenemos que permanecer junto a Jesús. El es quien nos muestra la plenitud de la vida, la plenitud del amor.
“Separados de mí, nada pueden hacer.” Sin Jesús en nuestras vidas, ellas no tienen sentido. Separados de él nada podemos hacer. Nuestra vocación más profunda como seres humanos es la de seguir a Jesús, y ello significa acercarnos a la vida de Jesús, a sus palabras y sus obras. Sus palabras tienen que permanecer en nosotros, tienen que marcar lo que hacemos cada día. Solo así glorificaremos a Dios y podremos ser verdaderos discípulos de Jesús.