Lucas 1,26-38 | Comentario:
No sabemos con certeza qué edad tendría María cuando se le apareció el Angel. Pero lo más probable es que no haya pasado de los quince años. Según la costumbre de su época y de su pueblo, era la edad en que las mujeres se comprometían en matrimonio. María es apenas una adolescente, es solo una joven sin mayor experiencia en la vida. Y sin embargo Dios decide llamarla, Dios la hace partícipe de la historia de salvación. María es joven y Dios confía en ella, lo suficiente como para confiarle su propio hijo.
Pero María no es la única joven a la que Dios llama a pesar de su juventud e inexperiencia. Ya Dios había llamado a Jeremías cuando era un muchachito, o a Samuel cuando era apenas un niño, o a David, el más joven entre sus hermanos. Dios nos da una lección que no debemos olvidar. El trata a todos por igual, jóvenes y adultos. El nos llama a todos y confía en todos nosotros. Quizá nosotros también podamos confiar en los jóvenes en nuestra Iglesia y en nuestra sociedad.