Mateo 7,7-12 | Comentario:
Lo que Jesús hace a lo largo de su misión es dirigir nuestra mirada hacia el Padre. Jesús no busca que la mirada de sus discípulos, ni la nuestra, se quede en él, es una mirada que debe estar dirigida hacia el Padre celestial. Jesús nos habla de una nueva manera de relacionarnos con el Padre. Es Jesús quien se atreve a llamar al Dios Todopoderoso e Innombrable como Abbá, de una manera cercana, cariñosa, como si nosotros le dijéramos “Papito”.
Ese es el sentido más profundo del Padre Nuestro y es el sentido más profundo del Evangelio de hoy, un Evangelio en el que Jesús nos invita a pedir, a buscar, a llamar a Dios, a entrar en contacto con el Padre, a acercarnos a Dios porque Dios siempre está ahí para nosotros, en nuestros momentos buenos y malos, cuando creemos que El no está, es El quien nos acompaña y nos permite atravesar las tempestades de nuestra vida.