Jn ‪1,1-18 | Comentario:

La Liturgia de hoy nos vuelve a presentar este extracto del Prólogo del Evangelio de Juan, un texto rico en simbolismo, rico en teología, rico en poesía y en profundidad. Podemos tomar el tiempo para leerlo con calma y para rezar con él. Es el Misterio de la Encarnación el que se nos muestra, se nos muestra sin darnos mayor explicación porque Dios es Misterio, un Misterio al que nos aproximamos, un Misterio en el que creemos, un Misterio que nos conduce.

Al principio existía la Palabra. Y la Palabra estaba junto a Dios. Y la Palabra era Dios. Qué importante es la Palabra. Dios se hace Palabra Humana. Dios nos Habla. Dios se nos Comunica. Dios nos ama tanto que no puede dejar de hablarnos. Dios nos Habla siempre. Lo importante es aprender a escuchar, tratar de reconocer qué nos dice, cómo nos lo dice, a través de quienes nos lo dice. La Palabra decidió poner su morada en medio de nosotros. Es su Palabra la que nos salva, la que nos hace libres.

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